Hello Minna!!!
Un dia mas y una parte mas de la novela de Yokozawa ♥♥
Bueno aqui esta disfruten de ella.
Psdata: Cuando sea traducida toda la novela contaran con el link de descarga :3
Tipo: Novela
Titulo: Yokozawa Takafumi no Baai 4
Series:
Sekai-ichi Hatsukoi
Author/Circle: Nakamura Shungiku, Fujisaki Miyako
Rating: PG
Language: Spanish
Traduccion: NECROMOON
FANSUB: Yaoi no Utsukushi Sekai
Nota Personal : ♥♥♥
Kyaaa y ya entramos al capitulo 7 *Q*
*emocionada*
Capítulo 7
Yokozawa miró a hurtadillas dentro del oscurecido cuarto
de Hiyori, avanzando hacia su cabecera con la luz entrante del vestíbulo.
Encendiendo la luz junto a su almohada con un suave “click”, cuidadosamente examinó su palidez; sus mejillas que habían
estado bastante enrojecidas habían vuelto a su usual rosa pálido, y lucía
leguas más sana de lo que había estado. Incluso su respiración ahora mientras
dormía, previamente pesada y jadeosa, se había calmado en comparación con su
estado de más temprano esa tarde. Por la apariencia de las cosas, era claro que
al fin se había recuperado, y Yokozawa sintió una ola de alivio romper contra
él.
Gentilmente
desprendió el paño húmedo de su frente y tiró del futon, el cual había
comenzado a resbalarse de su cuerpo, arriba alrededor de sus hombros. Sorata,
quien se había acurrucado al pie de la cama, levantó sus patas para hacer su
propia inspección.
“Ella está
durmiendo bien ahora, así que no te atrevas a despertarla.” Aparentemente ella
había caminado a casa bajo una repentina lluvia que azotó la tarde del viernes
y había terminado atrapando en resfriado de verano. El verano este año había
sido absolutamente sofocante, pero Hiyo no había parecido afectada al final—y aún tan pronto como las vacaciones de verano terminaron, fue como
si todo el agotamiento que había estado acumulándose dentro de ella la golpeara
en una sola arremetida.
Él había
escuchado que ella había tenido fiebre bastante a menudo cuando era pequeña,
pero esta era la primera vez que Yokozawa la había visto enferma en cama de
esta manera desde que había comenzado a ir al apartamento de Kirishima. Había
estado fuera de su mente con preocupación, pero el médico le había asegurado
que si ellos solo se aseguraban de que se nutriera bien y descansara, estaría
como nueva en poco tiempo.
Su escuela
iba a tener una sesión al aire libre después al final del mes, y ella había
estado supuesta a pasar la noche ese día con algunos amigos del mismo salón
para practicar la preparación del curry que iban a cocinar durante la sesión al
aire libre, pero ahora había sido reprogramada para el siguiente fin de semana.
Hiyori se había pasado el mes con emoción y parecía tener el corazón roto al no
ser capaz de aprovechar la noche, pero necesitaba recuperar su fuerza primero.
Si se exigía a sí misma demasiado y terminaba siendo incapaz de asistir a la
sesión al aire libre, eso habría sido simplemente intolerable.
“Sorata—no te sientes ahí, estás aplastándola.” El gato había colocado sus
patas contra sus hombros para mirar su rostro. Originalmente, Sorata había sido
su mascota, pero después de tener a Kirishima viendo por él mientras no se
estaba sintiendo bien, el gato había terminado haciendo este lugar su nuevo hogar.
Yokozawa había vacilado por arrastrar a Sorata a su propia casa, viendo cuán
bien él y Hiyori se estaban llevando, y antes de que lo supiera, el que Sorata
viviera aquí era casi un hecho.
Ayudó que
ambos Kirishima y Hiyori le aseguraran que estaba bien que Sorata se quedara
aquí para siempre, incluso, adulando al gato—y Sorata tenía que estar
disfrutando más en su nueva morada, sin ser dejado solo por largos periodos de
tiempo como había sido en la casa de Yokozawa.
Sin
embargo, no podía dejar al animal molestar a Hiyori ahora que su condición por
fin se había estabilizado, y recogió a Sorata en sus brazos para llevarlo de
vuelta a la sala—en tal punto, Hiyori lo sintió y abrió sus ojos. “¿Oniichan…?”
“Ah,
perdón—supongo que te desperté. ¿Fui muy ruidoso?”
Ella
sacudió su cabeza lentamente, sus ojos reflejaban su estado de recién
despierta. “No… creo que es porque estaba sedienta.” No estaba tosiendo más,
pero su garganta sonaba un poco enronquecida.
“¿Entonces
qué tal una bebida? ¿Puedes levantarte por ti misma?”
“Sí.”
Sorata, siendo colocado abajo sobre la cama por Yokozawa, de nuevo tomó su
lugar al lado de Hiyori, y Yokozawa tomó su asiento en una silla al lado de la
cama, ayudando a Hiyori a sentarse.
“Está bien,
ahora toma tu tiempo para beber.”
“Gracias.”
Le pasó a Hiyori una suave bebida deportiva después de que se colocara a sí
misma en una posición sentada. En efecto, ella debía haber estado sedienta, al
momento en que el popote tocó sus labios, ella había vaciado la mitad del
contenido en un solo sorbo.
Le agradaba
llamarlo Oniichan, pero de ninguna manera eran hermanos
relacionados sanguíneamente como el término sugería; ella era, de hecho, la
hija de la pareja de Yokozawa. Entre ser invitado a su casa y a cenar, e
incluso tenerla cuidando a su gato enfermo—en algún punto del camino habían
acercado bastante, y ambos, él y Sorata disfrutaban una casi relación familiar
con ella ahora. “¿Cómo te estás sintiendo?”
“No me
siento mal al menos, y mi cabeza no duele ahora.” Ella había perdido mucho de
su apetito debido a que el resfriado la había dejado de mal humor, así que hoy
no había estado teniendo mucha comida sólida del todo. Se las había arreglado
para tomar tres buenas bocanadas de la papilla de vegetales que Yokozawa había
preparado, eso era todo lo que ella había parecido capaz de soportar.
“No tienes
hambre, ¿no?”
Ella
sacudió gentilmente su cabeza ante su pregunta. “Tuve un poco de gelatina más
temprano, así que no tengo hambre.” Yokozawa recordó ahora a Kirishima
mencionando temprano que le había dado un poco de gelatina cuando había
despertado.
Ahora se
había vuelto algo tradición para Yokozawa el ir directo al apartamento de
Kirishima cada viernes después del trabajo, y escoger obsequios para Hiyori
cada semana era algo a lo que Yokozawa había encontrado placer. Esta semana, él
le había traído gelatina con trozos de frutal real dentro de un famoso puesto;
él había vacilado entre la gelatina y los rollos de pastel, pero ahora estaba
agradecido de haber ido al final con el más refrescante de los dos.
“¿Cómo está
tu fiebre? ¿Te sientes con temperatura?” Cuando colocó su mano gentilmente
contra su frente, él pudo decir que su fiebre había bajado un poco. A este
ritmo, ella estaría de vuelta tan bien como nueva para mañana temprano.
“Ya no
mucho. Pero tus manos están frías, Oniichan—¡Se sienten bien!”
“¿Eso
piensas?”
“Hehe, y
las patas de Sora-chan son suaves y se sienten bien también.”, ella rió,
gentilmente apretando las patas delanteras de Sorata que estaba sentado encima
de su regazo.
“Voy a
tomar tu temperatura, solo para estar seguro. ¿Te importa?” Deslizó el
termómetro dentro de su oído y presionó el botón, saludado momentos después por
un suave sonido. “36.8, huh. Está bajando un poco; a este ritmo, estarás bien
como nueva para mañana, lo apuesto. Probablemente estás aburrida estar enferma
en cama de esta manera, pero es solo por un poco más.”
“Sí señor~”
Los ojos de
Yokozawa se arrugaron con alegría, y palmeó su cabeza ante la cortés respuesta.
Mientras que Hiyori ciertamente se comportaba más madura de lo que su edad
sugería, también podía mostrar un lado bastante infantil en ocasiones. Quizás
porque había estado sintiendo bajo el clima, hoy estaba siendo un poco más
necesitada de lo usual.
“…Hey,
Oniichan—¿Dónde está papá?”
“Él estaba
aquí hace no mucho tiempo—pero ahora está en el baño. ¿Quieres que lo traiga
para ti?”
“Nah; te
tengo a ti y a Sora-chan aquí, así que estoy bien. ¿Te quedarías conmigo un
poco más...?”
Yokozawa
sintió una sonrisa inconsciente sacudiéndose en sus labios al momento en que
ella lo miró con sus ojos abiertos, dejándolo preguntarse si este sentimiento
era lo que querían describir con la frase “la niña de los ojos de alguien.”.
“No te inquietes; me quedaré justo aquí hasta que te duermas.”
“Gracias,
Oniichan—Sora-chan.”
“Ahora
descansa un poco y recupera tu fuerza.”
“Está
bien.” Se recostó de nuevo, y Yokozawa tiró las mantas hacia arriba alrededor
de ella de nuevo, bajando la luz un poco. Sin embargo, el solo sentarse
silenciosamente al lado de Hiyori lo dejó sintiéndose un poco aburrido, y
ofreció, “…¿Quieres que te lea un libro?”
“…Onniichan,
¿no es eso algo un poco más apropiado para niños más jóvenes?”
“…Bueno,
ahora que lo mencionas, supongo.” Cuando se detuvo a pensar sobre ello, se dio
cuenta que los quintos grados era un poco grandes para leerles libros, y se
ruborizó en vergüenza cuando Hiyori le rió suavemente. Hiyori era la única niña
de su edad que Yokozawa conocía, así que a menudo se encontraba perdido a sí
mismo sobre cómo lidiar con ella apropiadamente.
“Mmm,
sabes, pensándolo bien, quizás sí
quiero que me leas algo. ¿Me leerías un libro de imágenes, Oniichan?” ella
pinchó, con evidente tono divertido; parecía que no había perdido su vergüenza
de anterior señalamiento de lo inapropiado de su sugerencia.
“No
molestes a tus mayores.” Si ella se estaba sintiendo lo suficientemente bien
como para bromear alrededor así, pensó, sugería que en efecto lo estaba
haciendo un poco mejor. “No te leeré ningún libro—pero te haré lo que quieras
para comer mañana. ¿Tienes algún pedido?”
“Hmm,
entonceeeees…. ¡pudín! ¡Quiero probar ese que vimos en televisión el otro día!”
“¿El otro
día?” Él hurgó dentro de sus recuerdos por su descripción. “Oh—¿el que tiene
rebanadas de manzana dentro?” Si lo recordó apropiadamente, había sido un pudín
horneado relleno de manzanas caramelizadas. Si revisaba el sitio web del
programa, probablemente podría encontrar la receta, y comenzó analizando si
podría prepararlo con los ingredientes a la mano en el departamento.
“¿piensas…que
será muy difícil de hacer?”
“Hmm, creo
que me las arreglaré de alguna forma. Pero mejor que no escuche un reclamo
quejoso de ti si sabe como mierda, ¿entiendes?”
“¡Pero todo lo que haces es delicioso!”
“Si eso
dices.”
“¡La carne
de hamburguesa que preparaste antes era muy buena también!”
“Eso es
porque ayudaste con ello—tú amasaste la carne y pusiste la salsa, también,
¿recuerdas?” Todo lo que Yokozawa había hecho fue rebanar las cebollas y
manejar las partes de la receta que requerían trabajar la estufa; el casi había
estado solo observando desde el banquillo.
“Cocinemos
juntos de nuevo, ¿está bien?” Sus palabras salieron como un ligero balbuceo
ahora, probablemente porque se estaba cansando, y su pesado parpadeo hizo
parecer como si sus parpados pudieran cerrarse en cualquier momento. Su
discurso cesó, y un momento después, el cuarto estaba lleno con los sonidos de
su leve respiración.
“…Buenas
noches”, ofreció suavemente, rearreglando las mantas una vez más. Reconociendo
que tener a Sorata a su lado la protegería de sentirse sola cuando despertara,
se rindió de tratar de retirar al gato del cuarto. “Cuídala, ¿lo harás?”
Silenciosamente
se incorporó, siendo cuidadoso de no hacer un sonido, y salió del cuarto. Tan
pronto se paró fuera en el vestíbulo, encontró que Kirishima había venido a
revisar a su hija. Yokozawa lo había animado a relajarse mientras tomaba su
baño, pero parecía que solo había saltado dentro y rápidamente salido. “¿Cómo
está?”
“Su fiebre
bajó, y se está sintiendo mucho mejor. Justo se fue a dormir, consideró, así
mantén baja la voz.”
“Ya veo…”
Él miró dentro a través de la abertura de la puerta para revisar sus rasgos
antes de cerrarla silenciosamente de nuevo. Este era Kirishima Zen, en
funciones Editor en jefe de la Shoten Marukawa revista mensual Japun. Él era el líder creador de éxitos
en la compañía entera, bien respetado por todos sus subordinados. En privado, era
un padre cariñoso para su hija, y a pesar de haber perdido a su esposa por
enfermedad algunos años antes, él había educado a Hiyori en una niña fina.
“Aún, han sido años desde que atrapó una fiebre—realmente me tomó con la
guardia baja.”
“¿En serio?
Parecías perfectamente calmado para mí.”
“Bueno,
difícilmente puedo dejarme caer a pedazos en frente de Hiyo. Solo estoy
agradecido que fuera solo un resfriado—algunas personas pueden pescar la gripe
en verano, después de todo.” La pequeña clemencia con todo el asunto había sido
el hecho de que había caído enferma en fin de semana; gracias a eso, habían
sido capaces de cuidarla sin distracciones, a su lado constantemente. “Gracias,
en verdad. Por todo. Realmente ayudó, tenerte aquí. Probablemente no habría
podido manejarlo todo yo mismo.”
“Solo
devuelvo el favor; me ayudaste con Sorata, ¿recuerdas?” Yokozawa estaba seguro
que incluso si no hubiera estado ahí, Kirishima habría siempre buscado ayuda de
sus padres, quienes vivían justo a la vuelta de la esquina; pero… aún lo llenaba
con una creciente felicidad el saber que había sido él de quien dependió
Kirishima.
“Sí,
pero…aun así, gracias.”
“…Bueno,
¿por cuánto tiempo te vas a parar alrededor de aquí? No queremos despertar a
Hiyo.” Él sabía que debió solo haber ofrecido un de nada, pero mostrar tan honesta gratitud era de alguna forma
extrañamente vergonzosa. Podía sentir a Kirishima sonriéndole detrás, pero
sabía que si se daba la vuelta para confirmarlo, revelaría su propia expresión,
y por lo tanto se mantuvo de espaldas al hombre, yendo directo a la cocina.
Había sido
una noche borrascosa la cual había repentinamente traído juntos a Kirishima y
Yokozawa, quien nunca antes había tratado más de unas palabras fuera de las
reuniones. Con el corazón roto y desesperado por alguna salida de emociones
reprimidas dentro de él, Yokozawa había intentado perderse a sí mismo en
botellas de licor cuando Kirishima se había aproximado. A pesar de casi nunca
compartir más que el ocasional saludo en la oficina, Kirishima había forzado al
borracho Yokozawa a concederle un asiento junto a él y probó ser un
interlocutor bastante irritante—y cuando Yokozawa había recuperado sus
sentidos, se encontró a sí mismo compartiendo un cuarto de hotel con el hombre.
Se había sorprendido bastante con encontrarse durmiendo desnudo—pero su corazón
casi se había detenido en su pecho cuando Kirishima había salido del baño,
fresco de una ducha.
Desde
entonces, había pasado más que unas cuantas aventuras—pero quizás lo más
sorprendente de todo había sido encontrarse a sí mismo comenzando una relación
con Kirishima. Ciertamente, era aún tipo
difícil creer que se había encontrado a sí mismo tan íntimamente involucrado
con alguien con quien previamente casi nunca había interactuado en la oficina.
Resto
asegurado, pensó, que su sentido de la incredibilidad no era sacado de algún
sentido de malestar en sus sentimientos por el otro o ningún tipo de
desconfianza—era simple… que lo hizo pensar algunas veces que la situación
entera era como sacada de un sueño, y la incapacidad de Yokozawa para sacudirse
ese sentimiento era probablemente porque justo ahora tan endemoniadamente feliz.
Su tiempo
pasado en la casa de Kirishima era relajado y agradable; su única hija,
probablemente en una edad difícil, lo había acogido bastante afectuosamente, y
ellos lo habían tratado como un miembro de su propia familia. Era ciertamente
una vida de ensueño.
Y quizás
eso era porque aún ocasionalmente se encontraba siendo atrapado con la guardia
baja por las palabras y acciones de Kirishima; este tipo de vida se había
vuelto normal, esperándolo ahora,
quizás mejor descrito como algo de una ‘ganancia inesperada’, un golpe de
suerte.
El tiró
para abrir la puerta del refrigerador, revisando si tenía o no los ingredientes
para el pudín que Hiyori había pedido, cuando sintió a alguien acercarse detrás
de él, negándose a retirarse para dejarle cualquier cuarto y despertando
sentimientos de irritación. “Realmente no tenías que seguirme todo el camino
hasta aquí, sabes.”
“Solo vine
a conseguir una bebida, eso es todo, qué, ¿eres así de sensible a mi presencia?”
“De-demonios
no.”
“Sí claro.”
Una conocida sonrisa lasciva esparciéndose sobre sus atractivos rasgos,
Kirishima rozó a Yokozawa al buscar dentro del refrigerador y tomó una botella
de té oolong. En sí misma la cocina era de hecho muy grande, pero con dos
hombres empujando 180 cm en altura parados junto al otro, el espacio se sentía
algo estrecho. “¿Qué estás haciendo?”
“Hiyo dijo
que quería comer un poco de pudín, así que vine a revisar los ingredientes.”
“Tu pudín
es su comida favorita ahora, sabes.”
“El pudín
es por mucho loa comida favorita de cualquier
niño. Ella dijo que quería algunas rebanadas de manzana dentro, ¿quedan
algunas?”
“Suficientes;
de hecho intenté pelar una yo mismo temprano, pero geez(Nota:representa un suspiro pesado)—apestó en ello;
difícilmente quedó alguna cuando terminé.”
“Oi—¿qué
demonios estabas pensando? ¿Qué si te hubieras lastimado?” El hombre podía
difícilmente empuñar un cuchillo apropiadamente; tenía que estar fuera de
cordura.
Realmente
deseaba que Kirishima intentara cosas como esas cuando pudiera monitorearlo.
“¿Oh?
¿Preocupándote por mí?” Sus labios arquearon una sonrisa divertida, dejando a
Yokozawa darse cuenta de su error en fraseo.
“Demonios
no—si jodes tu mano, va a venir a morderme en la oficina. ¡La fuerza de ventas
es quien tendrá que recoger la escasez por que no saques libros en un ritmo
apropiado!”
“Clásica
respuesta tsundere, justo aquí.” La
vista de los hombros de Kirishima sacudiéndose con carcajadas reprimidas
provocó más la irritación de Yokozawa.
“E-eso no
es lo que yo…”
“Está bien,
está bien—te daré un descanso. Así que—¿cuáles son tus planes para mañana?”
Teniendo a
Kirishima aplicando cualquier interpretación que le satisfaciera con un demonio
de las palabras de Yokozawa, lo dejó con un poco de indigestión, pero él sabía
muy bien que no había manera en que pudiera ganar contra el hombre así. Él
había aprendido muy bien los seis pasados meses o eso que era mejor no unirse a
cualquier pelea que sabía no podría tener esperanzas de ganar para empezar.
“Nada en particular; con Hiyo así, probablemente es mejor que no salgamos de
compras.” Ellos habían discutido salir fuera el sábado para tomar todo lo que
ella necesitaría para la sesión al aire libre, pero no era una muy buena idea
probar su suerte cuando ella se había justo recuperado de una enfermedad.
Los fines
de semana sin planes en particular estaban en gran estadía en la casa de
Kirishima estos días. Algunas veces salieron como un trio, y otras veces Hiyori
saldría a jugar con sus amigos y el par iría de compras por sí mismos; aún
otras ocasiones, ellos simplemente se sentarían alrededor de la casa todo el
día.
“Cierto; no
podemos tener su resfriado de vuelta, después de todo. Podría ser una buena
excusa para limpiar el DVR, entonces.”
“Realmente
hoy ella no comió mucho de nada, así que tengo que asegurarme de preparar alfo
lindo y nutritivo, ¿qué hay de ti? ¿Algo que quieras comer? Lo que me recuerda,
estoy hambriento… Quizás haré un bocadillo nocturno.”
Yokozawa
había hecho temprano papilla de vegetales para Hiyori, quien no había tenido
mucho apetito, y él y Kirishima habían disfrutado eso para cenar—pero como se
esperaba, no había sido suficiente para satisfacer completamente.
“Como una
cuestión de hecho…hay algo que quiero. Pero voy a aguantarme por ahora.”
“¿Por qué
demonios harías eso? Qué—¿preocupado por tu cintura?” Recordó aquí que
Kirishima se había estado quejando unos días antes por ganar demasiado peso, y
mientras Yokozawa no podía decir dónde había puesto cualquier libra, si donde
fuera, supuso que Kirishima estaba en una edad donde ese tipo de cosas le
afectaban.
“…Dios,
realmente eres torpe”, murmuró Kirishima una mirada se ató a sus palabras. “No
estás jugando al tonto a propósito, ¿verdad?”
Las cejas
de Yokozawa se arquearon juntas ante la insinuación. “¿Jugando al tonto sobre
qué?”
“…¿Realmente
no entiendes lo que estoy diciendo?”
“¿Diciendo
sobre qué, demonios?” él presionó de nuevo, la irritación creció cuando
Kirishima se negó a darle una respuesta directa.
“Estoy
hablando sobre ti, idiota.”
“¿Yo?” Él
no podía conectar su respuesta con la pregunta inicial de ninguna manera, y
analizó con su mirada fija sobre Kirishima, la confusión era evidente en sus
rasgos.
“…Si aún no
lo entiendes ahora, entonces supongo que eso significa que no estás jugando al
adorable cabeza hueca, ¿huh? Qué tal si lo pongo de esta manera: Te quiero”(Nota:se refiere a deseo no a sentimiento).
“¡¿……..?!”
El corazón de Yokozawa tomó un golpe directo de las palabras lanzadas como una
bomba ante él. Reflexionando de nuevo sobre su conversación, la insinuación de
Kirishima había estado lejos de la sutileza—y Yokozawa no podía negar el hecho
de que él era, en efecto, bastante torpe.
“En verdad me encantaría que empezaras a
ser capaz de leer entre líneas un poco mejor… Estás arruinando mi estrategia
aquí.”
“Tú…no
necesitas ninguna estúpida estrategia.”
“¿Es esa tu
manera de decir ‘solo ven y tenme’, entonces?”
“Sabes que
eso no es lo que yo estoy—hng.” Kirishima
lo tomó por la barbilla y paseó un pulgar sobre sus labios sugestivamente. Una
sacudida saltó su espalda, y Yokozawa tomó un salto hacia atrás.
“Geez, no
tienes que reaccionar así—no voy solo a saltarte.”
Con un rastro de coqueteo en su fija mirada sobre Yokozawa, el vació el resto
de su té oolong en un sorbo antes de pasearse fuera de la cocina.
“Qué…” Yokozawa
sintió un destello de irritación crecer dentro—¿qué pasaba con esa actitud
después de tener la voluntad de sacar a alguien de quicio en la forma en que lo
había hecho? —pero él sabía que si protestaba la salida en cualquier manera,
solo estaría alimentando el fuego de Kirishima. Además, con Hiyori enferma en
cama con una fiebre, no podían permitirse perturbarla.
Él aún
podía sentir los dedos de Kirishima en sus labios—pero antes de que se
precipitara él mismo en los recuerdos de sus besos, sacudió su cabeza
fieramente para dispersar los pensamientos. Sintió un calor familiar amenazando
con crecer desde dentro de él, pero se forzó a sí mismo a ignorarlo y en su
lugar conducirse a preparar el pudín de Hiyori.
CONTINUARÁ…
nyahh gracias me encantó, espero que Hiyo se recupere pronto y cielos Yoko-san yo si vi lo que queria decir Kieishima cuando lo dijo jejeje
ResponderEliminar¿Cuando sacarán la segunda parte?
ResponderEliminarNi bien salga en ingles, sera traducido .
Eliminardisculpen donde esta el cap 1?!
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