Sekaiichi Hatsukoi - Yokozawa Takafumi no baai 5 Capitulo 9 Parte 2
Tipo: Novela
Titulo: Yokozawa Takafumi no Baai 4
Series: Sekai-ichi Hatsukoi
Author/Circle: Nakamura Shungiku, Fujisaki Miyako
Rating: PG
Language: Spanish
Titulo: Yokozawa Takafumi no Baai 4
Series: Sekai-ichi Hatsukoi
Author/Circle: Nakamura Shungiku, Fujisaki Miyako
Rating: PG
Language: Spanish
Permisos: September Scalations
Traduccion: NECROMOONFANSUB: Yaoi no Utsukushi Sekai
Nota de la admin:
Disculpen la demora pero en nuestra amada NECROMOON esta ocupada con sus estudios y hace su mayor esfuerzo en entregarnos lo más rápido que puede cada parte de la novela de Yoko.
Esperamos su comprensión y ahora si disfruten de esta parte :3
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Para la hora en que
alcanzaron los apartamentos, el cielo estaba bañado con un cálido color
naranja. Yokozawa entró a la cochera del complejo, llamando al par a su lado en
el silencio que cayó al apagar el motor. —…Ey, estamos en casa.
—…¿Eh? ¿Ya estamos aquí? ¿Me quedé
dormida? —Hiyori parpadeó pesadamente ante la voz de Yokozawa, mirando a sus
cercanías, y Yokozawa entrecerró los ojos con alegría ante la entrañable
reacción.
—Los dos se quedaron dormidos en el
momento en que puse el auto en marcha. —Probablemente ella había estado
completamente rendida por la combinación de haber sido confiada con tan gran
responsabilidad como también el asistir a festividades a las que no estaba
acostumbrada a vivir. Había caído inmediatamente en silencio cuando el auto arrancó;
justo como había esperado, su batería había muerto al fin.
Se había abstenido de conversar bastante para evitar
despertarla… y a corto plazo, los sonidos de los ronquidos de Kirishima habían
alcanzado sus oídos desde el asiento del pasajero. Como el padre, la hija (Nota: En otras palabras, “De tal palo, tal
astilla”), había supuesto, dado cuán parecidos lucían cuando estaban dormidos,
con sus cabezas ladeadas hacia el mismo ángulo contra la ventana, otorgando una
divertida imagen; si no hubiera estado conduciendo, le habría gustado tomar una
fotografía para la posteridad.
—Vaya, siento como que tuve una
pequeña siesta también —. Kirishima giró su cuello para relajar sus rígidos
músculos, luciendo bastante relajado, y Yokozawa recordó haber escuchado que
las pequeñas siestas eran perfectas para aliviar la fatiga.
—Estoy
seguro de que ambos están exhaustos. Nada de quedarse despiertos hasta tarde
hoy, directo a la cama.
—Sí, señor~. —Respondió Hiyori
remilgadamente con perfectos modales.
—Gracias, Yokozawa; realmente
ayudaste al jugar al chofer hoy.
—No,
está bien; ser capaz de conducir al trabajo me ayudó también. —Viajar a diario
en auto era, generalmente, mal visto por la compañía, pero estaba permitido para los empleados que acudían en su día libre o
por razones especiales. Como tal, los trabajadores, en fin de semana o
festividades, típicamente iban en auto.
Kirishima se deslizó fuera del
asiento del pasajero y se giró para abrir la puerta trasera del pasajero,
extendiendo su mano a la aún mareada Hiyori. —Su mano, miladi.
—Jejee, ¡me siento como una princesa!
—Aún es mi trabajo escoltarte, por
ahora.
Yokozawa
supuso que Kirishima se había entretenido con su propia cuota de pensamientos
por observar a la novia siendo tomada de la mano por su nuevo esposo hoy.
Hiyori tomó cortésmente su mano y saltó fuera del auto. Mientras que ella podía
empezar a revelarse un poco al entrar en la pubertad, por ahora, no había
señales de discordia o desacuerdo… y si alguien le hubiera preguntado quién era
su persona favorita en el mundo entero, probablemente ella aún respondería “mi
papá”.
Si él
ignoraba las partes en las que Kirishima era una especie de ocioso y un completo
inútil en la cocina, realmente era un padre ideal. Daba su 110% en la oficina
pero aún hacía tiempo para su familia, y mientras que era estricto con su hija,
aún consideraba seriamente sus sentimientos.
Sus
“ingredientes” básicos ya eran buenos, así que cuando combinabas eso con el hecho
de que se enorgullecía por lo que usaba y cómo lucía, era una pequeña sorpresa
que los compañeros de Hiyori lo vieran como un “papá genial”. Ella parecía
verdaderamente satisfecha cuandoquiera que la elogiaba y nunca perdía una
oportunidad para contarle este hecho a Yokozawa.
—Me pregunto si Sora-chan estará
esperándonos.
—Ha estado solo desde esta mañana,
así que probablemente esté de mal humor. Está demasiado consentido por Hiyori
—. Mientras que Sorata siempre había actuado bastante frío con Yokozawa,
parecía convertirse en un animal completamente diferente cuando estaba cerca de
Hiyori, absolutamente cómodo y entusiasmado al tenerla adulándolo.
—¡Eso es porque somos buenos amigos!
—Él ha sido realmente frío conmigo
últimamente; podría llamarlo y ni siquiera movería su cabeza para mirarme.
—Muchas veces, solo se había quedado enrollado en el pequeño asiento que había
reclamado como suyo y solo movía ligeramente sus orejas en respuesta.
—¡Solo
es tímido~. Le gusta ir a revisar el genkan mucho en los días
que no vienes, Oniichan! ¡Definitivamente está pensando algo como Me pregunto si él vendrá hoy…!
—Espera, ¿en serio? —Era extraño escuchar
que Sorata era así cuando no estaba cerca.
—Suena
como que es un tsundere, justo como
su dueño.
—¡No
soy un tsundere! —Hizo una cara agria
ante el perturbador giro que la conversación estaba tomando y entró al
vestíbulo del complejo apartamental. En cuanto abrieron el bloqueo automático y
entraron, encontraron a un joven niña, alrededor de la edad de Hiyori,
esperando por el elevador.
—¡Ah, Saho-chan.
—¿Hiyo-chan?
Parecía que
eran amigas, y Hiyori rápidamente trotó hacia el encuentro de la jovencita. La
niña, aparentemente familiarizada con Kirishima también, le ofreció un cortés
saludo. —Buenas
noches, padre de Hiyo-chan.
—Buenas noches.
La chica
“Saho” lucía rebosante de curiosidad por el atuendo de Hiyori. —Ey… ¿Y
ese vestido? ¡Está súper lindo!
—Hoy fuimos a la boda de un pariente.
Conseguí usar esto porque ayudé en la ceremonia.
—¡Vaya, eso suena divertido! Tienes
tanta suerte… todo lo que hice hoy fue practicar exámenes en la escuela
preparatoria (Nota: aquí se refiere a los cursos privados que preparan
usualmente para el ingreso a un nuevo nivel, buscando alcanzar altas
puntuaciones en exámenes, por ejemplo obviamente, admisión. Aunque también son,
de manera clara y simple, clases extras. Explicado eso, lo utilizaré como
“escuela preparatoria”.). Fue una completa friega… —la gran bolsa colgando de
su espalda probablemente estaba repleta con todo tipos de materiales de
estudio. El mismo Yokozawa había comenzado a asistir a la escuela preparatoria
a muy temprana edad en primaria, ciertamente en gran parte porque sus padres
estaban más cómodos de esa manera que dejándolo solo en casa. Ayudó que las
lecciones de la escuela preparatoria fueran mucho más digeribles que las que
tenía de manera regular, y recordaba haber disfrutado de ser capaz de hacer
amistades con estudiantes de otras escuelas.
—Oh, cierto… tú vas a la escuela
preparatoria. ¡Debe ser rudo!
—Sí, ¡pero estoy trabajando duro para
entrar a una escuela a la que realmente quiero ir! Oh… ¿ya estamos en el quinto
piso? Bueno, ¡nos vemos luego! —El elevador se detuvo, y cuando las puertas se
abrieron, Saho salió disparada, despidiéndose, con el brazo en alto, de Hiyori.
En cuanto
las puertas se cerraron de nuevo, Yokozawa preguntó. —¿Una compañera de clases?
—No, ya no, estuvimos en la misma
clase en el cuarto grado, pero fuimos separadas cuando las clases cambiaron
este año. —Su voz sonó un poco descorazonada, y sus ánimos lucían decaídos.
Ella había estado bastante alegre hasta hace un momento, así que el cambio de dinámicas
fue un poco preocupante. Él no había notado nada en su conversación que pudiera
explicar el cambio de humor, pero algo posiblemente pudo haber sucedido que él,
como un hombre, no había captado.
Mientras
que quería insistir por la razón detrás de la deteriorada expresión de Hiyori,
comprendía que algunas veces las personas solo querían ser dejadas en paz. En
tanto se preguntaba si debía o no confrontarla, llegaron al apartamento de los
Kirishima.
—¡Sora-chan,
estamos de vuelta~! —Como si hubiera presentido su llegada, Sorata ya estaba
esperando por ellos en el genkan. Rápidamente se enrolló alrededor de las
piernas de Hiyori, rogando por ser alzado, lo cual ella hizo con un ¡Gracias por cuidar del apartamento!, y
él estrecho sus ojos con felicidad y satisfacción.
—¿Qué haremos para cenar?
—De hecho, aún estoy algo lleno por
lo de antes, ¿así que qué tal si lo retrasamos un poco? Oh… ¿a menos que tengas
hambre?
—Comí un bocadillo cuando los
encontré a ustedes dos en el hotel, así que estoy bien por ahora.
—Entonces, ¿Qué tal alrededor de las
ocho? Solo revolvamos algo. —Generalmente, la cena era tomada relativamente
temprano en la casa Kirishima, por el bien de Hiyori, pero cuando Yokozawa
consideraba sus horarios de antes de conocer al par, las ocho aún era bastante
temprano para él.
—Acabas de decir “solo revolvamos
algo” cuando ni siquiera prepararás la maldita comida.
—Y
tú tienes mi eterna gratitud por eso.
Ey, ¿qué pasa, Hiyo?
—¿Eh?
—Estás haciendo una cara extraña.
Todo está muy arrugado juuuuusto aquí. —Presionó con un dedo entre sus cejas,
acercándose al asunto principal en el que Yokozawa había estado pensando
inseguro si debía o no decir algo.
Inmediatamente,
las manos de Hiyori fueron hacia sus cejas ante el comentario de su padre. —¿Eh, lo estoy?
—¿Te estás preocupando por algo?
Yokozawa se
preguntó si realmente era una buena idea ser tan directo, pero mientras se
preocupaba por la dirección de la conversación, Hiyori expresó sus
preocupaciones con un poco de vacilación. —Bueno, no es realmente que me esté
preocupando o algo… Solo estaba pensando que quizás sería una buena idea para
mí ir a la escuela preparatoria también…
—¿Por qué tan de repente?; tus
calificaciones están bien sin la escuela preparatoria, ¿no es así? —Mientras
que tenía dificultades en matemáticas, Hiyori estaba generalmente bien con sus
estudios. Por lo usual, Kirishima veía por su trabajo también, y Yokozawa le
ayudaba con las materias que ella encontraba confusas. Si ella estaba apuntando
a tomar exámenes para entrar a una escuela de su elección, entonces por seguro,
un poco de sesiones de estudio especializadas podrían funcionar, pero ella no debería
tener problemas para entrar a una escuela pública local.
—Bueno, Saho-chan está yendo, y hay
otros chicos en mi clase que han empezado a ir ahora que estamos en el segundo
semestre también. Han dicho que van a intentar entrar a una escuela privada.
Sonaba como
que su ambiente de clase había cambiado un poco después de las vacaciones de
verano. Una vez que los chicos entran al quinto grado, tienden a concentrarse
más en las sesiones de la escuela preparatoria que en las prácticas de los
clubs.
—Ah…
sí, supongo que estás en ese edad, eh… Vaya, el tiempo sí que vuela. Un año más
y estarás en secundaria.
Secundaria…
antes las suavemente pronunciadas palabras de Kirishima, Yokozawa se sintió un
poco sofocado también. Hiyori era un poco pequeña para su edad, pero estaba
creciendo día con día. Él había estado tan cautivado con cómo lucía en su
vestido que no había notado que, de hecho, ella se había vuelto un poco más
alta últimamente, una vez que alcanzará su estirón, crecería como la hierba.
—Sí; quiero decir, aún me queda más
de un año, pero solo me estaba preguntando si sería una buena idea el estar
tomando las cosas tan fácil…
—Bueno, ¿qué quieres hacer? ¿Quieres tomar exámenes para la secundaria?
—Mm… No sé. No quiero ser separada de
todos mis amigos, pero… —La vacilación y la confusión eran evidentes en su voz;
parecía que aún no había tomado una decisión. Todas sus preocupaciones y
vacilaciones por los cambios a su alrededor habían sido, aparentemente, traídos
a su mente de primera mano al correr hacia una amiga que volvía a casa de la
escuela preparatoria.
—Entonces, ¿por qué no tomar un curso
de prueba? Estoy bastante seguro de que tienen esa clase de cosas. Incluso
podemos conseguir un paseo a una escuela secundaria privada también, si
quieres.
—¿No te molesta?
—Vamos, ¿por qué te estás
reprimiendo? Por supuesto que no me molesta. Si hay algo que quieras hacer,
solo debes ir por ello. Quizás encuentres que no es realmente para ti, pero eso
es todavía mejor que arrepentirte de nunca haberlo intentado.
—¡Gracias, papá!
—Por tus calificaciones, estoy
bastante seguro de que serás capaz de lograrlo, aun comenzando a estas alturas.
No estás acudiendo realmente a alguna otra sesión de práctica ahora mismo, así
que la escuela preparatoria podría ser buena para ti.
—Tiene
un punto. —Coincidió Yokozawa. Recordó que, cuando niño, se sintió como si
hubiera tenido todo el tiempo del mundo, pero mirando atrás ahora, a menudo
deseaba haber intentado tantas otras cosas. Cuandoquiera que una oportunidad de
intentar algo nuevo se presentaba, siempre era una fuera idea solo ir por ello.
—Bueno, por ahora, ¿qué tal si
conseguimos la documentación juntos? ¿Y por qué no hablas con tu amiga de ello?
—¡Está bien, haré eso! —Aparentemente
aliviada al tener sus preocupaciones resueltas al fin, la usual y radiante
expresión de Hiyori volvió a sus facciones, calmando los nervios de Yokozawa a
su vez. —¿Nunca has tenido algo que hubieras deseado hacer de niño, papá?
—¿Yo? No realmente, ya que
prácticamente hice cuánto quise, pero si tuviera que decir algo… Algunas veces
desearía no haber tonteado tanto y haber leído algunos libros más. Después de
todo, leer el mismo libro como un niño y como un adulto se siente completamente
diferente.
—¿Sí?
—Los adultos y los niños tienen
diferente imaginación. Estoy un tanto celoso de ti, teniendo tantos libros que
aún puedes leer y disfrutar así. Pero, ¿qué demonios estamos haciendo
quedándonos parados así? Corre y cámbiate, prepararé todo para que así podamos
mostrarle a Yokozawa el video que te tomé antes.
—¡Está bien! —Puso a Sorata de nuevo
en el suelo y entonces se apuró a su cuarto para cambiarse el vestido.
Mientras la miraba marcharse, Yokozawa remarcó
suavemente: —…Seguro
que las niñas sí que piensan profundamente las cosas. —Recordando cuando él
había tenido su edad, no podía acordarse de haber sido tan considerado sobre el futuro. Había ido a la escuela
preparatoria, pero las memorias de charlas con los amigos antes y después de
las lecciones y el compartir historias estúpidas y graciosas eran más fuertes
que cualquier aprendizaje.
A menudo
había sido cuestionado sobre qué quería ser cuando creciera, pero cuando el
respondía “un trabajador de oficina”, siempre se había encontrado con la
impresión. A pesar de eso, mantenía que no había sido solo una elección al azar,
a medias; al ver a sus padres trabajar tan duro, en verdad había llegado a
apreciar la importancia de un duro día de trabajo. En ese sentido, ciertamente
los había admirado a su propia manera cuando niño.
—Bueno,
ellas maduran más rápido que los chicos. Pero aun así… Hiyori como una
estudiante de secundaria… Siento como si justo ayer aún hubiera estado
llamándome Papa… —recordó Kirishima,
mirando hacia el espacio. Un año podía sentirse largo para un niño, pero para
los adultos cuidando de ese niño, pasaría en un segundo. Probablemente estaban
sorprendidos de cuán rápido ella crecía.
—Ella va a ser una adulta antes de
que lo sepas; probablemente tengas que entregarla en el altar muy pronto, ¿huh?
—Incluso sin contar sus obvios prejuicios, Yokozawa mantenía que Hiyori era
bastante linda. Ella podía ser un poco distraída a veces, pero era seria,
directa, y tenía una amable y gentil personalidad. Al recordar que ya había un
jovencito suspirando por ella, estaba seguro que su popularidad con sus
compañeros solo incrementaría con el tiempo. Sería una buena tarea el
asegurarse que ningún pequeño insecto asqueroso se acercara a ella.
—Bueno, no la entregaré a ningún
idiota.
—Si
mal no recuerdo, antes dijiste que jamás la entregarías… —Remarcó Yokozawa,
notando el cambio en comparación con las pasadas palabras de Kirishima. ¿Qué
había cambiado en su perspectiva entre entonces y ahora?
—Bueno,
sí quiero verla como una novia… y
supongo que he empezado a pensar que quizás no me importaría darle mi bendición
a un hombre que apruebe. Pero, aun así, no puedo imaginarlo, hay tantos de esos andando por ahí.
—Uh,
estoy muy seguro que el primer
problema sería encontrar un hombre que Hiyori
aprobara, y esos probablemente son más poco comunes e inusuales. —El hombre más
cercano en la vida de Hiyori ahora mismo era su propio padre, Kirishima. Aún si
lo notara o no, involuntariamente él había colocado los estándares bastante
altos para todos los futuros pretendientes. Los hombres que no fueran mejores
en comparación con Kirishima, o al menos tan buenos como él, jamás serían siquiera detectados por el radar de
Hiyori.
—¿Qué te hace decir eso? —Preguntó
Kirishima con genuina confusión ante la amarga sonrisa de Yokozawa.
—…¿En
serio no lo sabes? Vaya, eres realmente
tonto cuando se trata de esa hija tuya…
—Ey,
eres la última persona de la que quiero escuchar porquería como esa.
—Las
hijas difícilmente irán por algún hombre que crean que no podrá igualar a sus
padres. Así que no te preocupes, ella elegirá un buen hombre. Alguien justo como tú.
—¿Yo? —Yokozawa había asumido que
esto entusiasmaría a Kirishima, pero en lugar de eso, la expresión del hombre
creció en seriedad.
—¿Qué?, ¿no quieres que traiga a casa
a alguien como tú?
—Por supuesto que no. Me pondría gris
de la preocupación si ella apareciera con algún intento de hombre cuya única
gracia salvadora fuera su lengua de plata.
—… Así que sí tienes un poco de autoconciencia. —Estaba asombrado por cuán
seriamente Kirishima estaba expresando sus preocupaciones; parecía que en
verdad estaba preocupado por este
asunto; pero él difícilmente podía decir como tal algún intento de hombre cuya única gracia salvadora fuera su lengua de
plata, aún si lo fuera.
—Mierda…
¿qué demonios voy a hacer si ella trae a casa a alguien como yo?
—Para
mí suena como que el padre es el que ha conseguido cosas más grandes por las
que preocuparse ahora… —Yokozawa río entre dientes suavemente, tomando la
expresión de Kirishima como si se sostuviera la cabeza y agonizara por futuras
posibilidades. Él nunca aceptaría que ella trajera a casa a un bueno-para-nada,
pero resultaría igualmente difícil para él darle la bienvenida con los brazos
abiertos a alguien encantador, capaz de robar el aliento. —Entonces, ¿con qué
clase de hombre te agradaría verla?
—No lo sé… Supongo que si tuviera
elección, la querría con alguien parecido a ti.
—¿A
mí? —Sus ojos se abrieron ampliamente con impresión ante la inesperada
admisión; nunca habría esperado que su
nombre surgiera en esta conversación.
—Eres
bueno con el trabajo de oficina, aunque puedes manejarte en la casa también,
pero no eres tan hábil como para que
ella se preocupara de que la engañaras. Ella podría ser mucho peor como marido
que alguien como tú.
—Bueno,
gracias. —No estaba seguro de que
algunas partes de ese comentario hubieran sido meros elogios, pero sabía que si
presionaba, Kirishima probablemente diría algo ridículo.
—Es mi hija; quizás tengamos gustos
parecidos. Pero si ella fuera a enamorarse de ti, entonces…
Él rápidamente
le dirigió una fija y no-divertida mirada a Kirishima al no gustarle la
dirección que la conversación estaba tomando. —Idiota; Hiyo tiene más que su buena
cuota de hombres para escoger.
—En verdad no comprendes tu propia
valía. ¿Deberíamos preguntarle a Hiyo por confirmación luego?
—¡Absolutamente no! ¡Y qué si la hace
sentirse incómoda!
Conversaciones como esta, discutiendo el futuro con
Kirishima aún dejaban a Yokozawa sintiéndose bastante extraño. En verdad tenía
a alguien aquí con quien podía hablar sobre su futuro… y eso, en sí y por sí
mismo, era una especie de milagro.
Enamorarse era algo que cualquiera podía hacer por sí
mismo, ¿pero qué la otra persona te amara también? Bueno, eso… estaba en manos del destino. No importa cuán duro trabajaras
para hacerlos mirar hacia ti, para interesarse
por ti, al final, era la propia decisión de esa persona si merecías o no sus
afectos. Y mientras que quizás te sintieses halagado cuando alguien por quien
tenías sentimientos se acercara, el recibir tales atenciones de alguien que a ti no te importa sería poco más que una
molestia.
Inicialmente, él había visto a Kirishima como nada más
que un hombre frustrante e irritante. Con la amenaza de chantaje por cierta fotografía deambulando en su cabeza,
Yokozawa no había tenido mucha elección en el asunto, con las desvergonzadas y
entrometidas acciones de Kirishima calando sus nervios.
Pero ahora sentía que esa insoportable irritación era
lo que lo había tendido pensando sobre nada más que Kirishima, Kirishima y Kirishima de noche y día, día tras día,
hasta que antes de que lo notara, el hombre se había convertido,
sorprendentemente, en una parte importante de Yokozawa. Había estado paralizado
de impresión ante los sentimientos que se habían deslizado en su interior sin
que lo notara, naciendo, afianzando raíces y creciendo hasta florecer por
completo, y él no había sido capaz de aceptarlo al inicio. Pero mientras más
tenazmente trató de negar los sentimientos, más se había visto forzado a
aceptar que no había manera de excusarlos.
Kirishima se inclinó hacia adelante, acercando sus
rostros y liberando su voz para susurrar dentro del oído de Yokozawa: —…Bueno, aun si ella sí se enamorara de ti, no tengo
intenciones de entregarte.
—¿Huh?
—Estoy
diciendo que tú eres mío.
—Tú… tú no tienes que… desviarte para
decir como estas todo el tiempo. —Codeó al malicioso observador de Kirishima en
el pecho para quitarlo del camino, retrocediendo para hacer un poco de espacio
entre ellos. A pesar del serio semblante que había estado usando antes, ahora
parecía de regreso en sus ánimos.
Yokozawa aún no podía comprender por qué demonios
Kirishima lo había elegido, y aunque sabía que algunas veces las emociones
humanas eran solo ilógicas, sus
propias dudas y su falta de confianza, en ocasiones le llevaban a ansiar una
razón con la que pudiera coincidir.
Quizás con
el tiempo, estas dudas mitigarían; mientras más tiempo pasaran juntos, más
profundos se volverían sus lazos.
—Tiempo… huh…
Fue aquí donde sintió algo agitarse insistentemente
dentro de su pecho, pero no podía del todo situar su dedo sobre qué.
—¿Dijiste algo?
—Ah… no, nada. Ey, mejor te mueves,
Hiyo estará de regreso en cualquier segundo. ¿No deberías cambiarte también?
—Oh, sí, supongo. No debería estar de
pie por aquí hablando así. —Tiró de su corbata, girándose para dirigirse a su
cuarto.
Su intento
para cubrir sus murmullos de sí mismo, le recordaron a Yokozawa la promesa que
Kirishima le había hecho a Hiyori. —Solo necesitamos conectar la cámara a la televisión,
¿cierto? Me encargaré de ello, si quieres. —Si no se apuraban y se alistaban,
Hiyori terminaría de cambiarse.
—Sí, perdón, ¿no te importa? El
manual de instrucciones debería estar debajo.
—Lo tengo. —Probablemente solo
necesitaba pasar la grabación al reproductor, y mientras que sus ojos se movían
con rapidez sobre el manual, la extraña pesadez que había sentido en su pecho
antes se disipó a la nada.
Continuará…
Merci Boucoup!!! <3
ResponderEliminarAy no se a quien amo más si a Kirishima a Yokozawa o a uds. *.* T.T Jajaja, no sé porque pero lo leo con miedo, tengo mucho miedo de que pase algo malo u.u Gracias por traducir y siempre tomarse el tiempo para compartir con nosotros a pesar de que tienen también sus tiempos :D Muchas gracias~
ResponderEliminar>////< mil gracias por este nuevo aporte, no saben lo contenta que me ponen ♥
ResponderEliminarestoy totalmente de acuerdo con la Srita. Marulí ,en verdad las adoro por compartir estas maravillas con nosotras que no tendriamos esa posibilidad si no fuera por ustedes mil gracias
ResponderEliminarmuxas gracias >///< acce tiempo q no sabia naa de estos dos ah yokozawa tan tsundere igual q su sorata xD
ResponderEliminarGracias por su esfuerzo!!! este es un hermoso mes!!! gracias nuevamente por todo su esfuerzo en publicar los capis y dejarnos leerla!!
ResponderEliminarMuchas gracias por la traduccion!! Es excelente xD lo ame!!! De verdd muchas gracias.
ResponderEliminarYokozawa es tan leeendo~~ no se amo esta novela *-*
muchas gracias por la novela en verdad lo ame sigan asi !!!!
ResponderEliminar