Tipo: Novela
Titulo: Yokozawa Takafumi no Baai 4
Series: Sekai-ichi Hatsukoi
Author/Circle: Nakamura Shungiku, Fujisaki Miyako
Rating: PG
Language: Spanish
Traduccion: NECROMOON
FANSUB: Yaoi no Utsukushi Sekai
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Y Primero *haciendo lo mismo que hizo September ... las Imagenes del AGF*
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y AHORA !!!!
Unos cuantos segundos después,
Yokozawa presionó el botón del intercomunicador; una respuesta vino finalmente:
“—Está
abierto, así que entra”.
—Alguien se está volviendo descuidado solo porque su
complejo apartamental incluye un sistema de autobloqueo. ¿No puede al menos
cerrar la puerta?
Aun
si Kirishima hubiera sabido que Yokozawa era quien estaba en la entrada, no
podía tolerar que se dejara la puerta frontal abierta. El hombre tenía una hija
—él realmente debería ser más cuidadoso con este tipo de cosas—.
Afortunadamente, Yokozawa sí tenía
una copia de la llave del apartamento, pero se sentía incómodo usándola
mientras los Kirishimas estaban en casa.
Recordándose
a sí mismo darle a Kirishima un poco de su opinión con respecto a su seguridad
después, Yokozawa caminó hacia el genkan—donde algo apareció de repente con llamativos colores, saltando
inmediatamente a su campo de visión.
—¡Truco o trato!
—¡!
Una
adorable brujita acababa de lanzarse a sí misma contra él, vestida con un
atuendo largo y negro y un sombrero puntiagudo. El color que él había captado
antes debió haber sido el revestimiento rosa de dicho atuendo. Indudablemente,
ella había estado esperando pacientemente a que Yokozawa entrara—y
esto debió haber sido por qué Kirishima había dejado la puerta frontal sin la
cerradura puesta.
Hiyori
le dirigió a Yokozawa una sinuosa sonrisa luego de haberlo arrastrado
exitosamente a su trampa. —¿¿Te atrapé, Oniichan??
—Ciertamente lo hiciste; pero ese traje… Ah, ¿Es tu
disfraz para Hallowen?
—¡Sip ¡La abuela le agregó todo tipo de cosas al disfraz
que Papá compró para mí! —Ante estas palabras, Yokozawa le dio un segundo
vistazo a su vestimenta y se dio cuenta de que varios moños rosas habían sido
añadidos aquí y allá sobre todo el traje.
—Adorable; luce genial en ti.
—¿¿En serio?? ¡Gracias a Dios! ¡Yuki-chan y yo nos vamos
a encontrar!
—¿Tienes una fiesta en alguna parte?
—Síp,
¡todos en el complejo irán! ¡Y vamos a ir de puerta en puerta también!
Mientras
Hiyori estaba explicando, Kirishima salió del interior—con
anteojos sobre su nariz que sugerían que había estado a mitad de un buen libro.
—Es algo que la Asociación de niños del complejo organizó. Las familias
participantes solo cuelgan una señal fuera de su genkan y reparten dulces cuando los niños se acercan.
—Ah sí; recuerdo que mencionaron algo de eso antes. —Él
supuso que debía haber sido para lo que era la montaña de dulces dentro de la
bolsa de papel en el genkan.
Él
nunca habría imaginado tal evento siquiera siendo posible en su propia
infancia. Sinceramente, estaba un tanto agradecido de que no hubiera existido; dudaba que hubiera podido lucir bien en algún
disfraz, y nunca se había sentido animado a disfrazarse de todos modos.
—Onichan; ¡tomemos fotos juntos luego! Hice una capa para
Sora-chan también~.
—Solo esperemos que puedas conseguir que lo tenga puesto.
—¡No te preocupes! Él lo usó bien cuando se lo probamos
ayer. Lucía tan adorable con él. ¡Se veía genial! Su disfraz hace juego con el
mío y…
—Hiyo, ¿no es ya casi la hora?
Ante las palabras de Kirishima, Hiyori
se detuvo a mitad de lo que pareció ser una larga y apresurada explicación, y
revisó la hora antes de que sus ojos se abrieran con sobresalto. —¡Ah, tienes razón! ¡Tengo que ir a encontrarme con Yuki-chan! Bien, ¡Me voy
entonces! ¡Te veo luego, Papá!
—Bien, cuídate.
Ella
agitó el brazo despidiéndose de ambos antes de salir disparada, como ellos la
vieron irse. Los niños tenían concedidos permisos especiales para enloquecerse
con este tipo de eventos. Yokozawa recordó que el camino de la infancia a la
adultez parecía casi interminable a la edad de Hiyori, pero viendo hacia atrás,
se daba cuenta cuán verdaderamente breve había sido ese periodo de su vida.
—¿…? —Él había estado reflexionando
serenamente en los tiempos ya pasados, hasta que sintió que alguien lo
observaba, y cuando volvió su mirada, encontró a Kirishima fijando su mirada en
él. Pero Yokozawa no podría siquiera adivinar por su vida que significaba la
expresión que él tenía, y sintió un escalofrío de incomodidad corriendo a
través de él. —¿Qué?
Sin embargo, cauteloso como estaba, la
respuesta que recibió fue más bien banal: —…Nah, solo pensé que el cosplay no
podría ser tan malo.
—¿Huh?
Pensando
que podría haber escuchado mal, se giró para encarar completamente a Kirishima,
pero al instante se encontró con otra pregunta pronunciada con una expresión
seria. —¿No tienes nada que pudieras haber usado además
de un traje?
—¡Cla-claro
que no! Y aun si así fuera, ¡seguro
como el infierno que no podría usarlo afuera! —Primero, a él no le atraían ese
tipo de cosas, y no planeaba probarlo solo por el bien de Kirishima o de
cualquier otro. Liberó un suspiro irritado, anhelando los cálidos sentimientos
que le surgían al pensar en Hiyori y en su regreso.
—Entonces… ¿qué tal un uniforme escolar? Probablemente
aún te ajuste el de tu secundaria, ¿no?
—Se lo regalé a un estudiante de grado
inferior, así que se ha ido.
—¿Entonces quieres usar
el mío? Creo que aún está en casa de mis padres. Debería ser una talla perfecta
para ti, también. Sin embargo,
creo que una chaqueta no es gran diferencia de un traje, huh…
—Te dije: ¡No voy a usar nada! —Él no tenía ni la
mínima intención de seguirle la corriente a ninguna de las descabelladas ideas
de Kirishima.
Pero las palabras que exclamó,
reflejando su creciente irritación con la negación de Kirishima a dejar las
cosas en paz, se encontraron con un puchero malhumorado. —No eres divertido.
Ante
este gesto infantil, Yokozawa lanzó una mano y golpeó la frente de Kirishima. —¿Cómo demonios no soy divertido?
—¿Qué podría ser divertido sobre tener que vestirse con disfraces? Él no podía
ordenar su mente acerca del por qué Kirishima querría que él hiciera eso.
—Muy
bien, no hay otra opción; si tú no lo harás, supongo que tendré que hacerlo.
. —¡Nadie quiere ver eso! —Cómo, precisamente, eso se había vuelto el siguiente paso
lógico en su argumento, Yokozawa no tenía la mínima idea, y mientras que
admitiría que estaba un poco curioso
de qué estaba planeando ponerse, él sabía que si presionaba por una pista,
Kirishima tomaría esto como una clara señal que estaba entrando en el espíritu
del momento.
—Sin
embargo, estoy asustado de que tú no
tienes mucha opción cuando se refiere a “truco” o “trato”.
—¿Huh?
—Lo que quiero decir es… que tú definitivamente eliges un truco.
Él
frunció sus cejas, confundido, ante la maliciosa sonrisa de Kirishima cuando… —¡GAH! ¡Maldita sea, dije
que dejes de pellizcar mi trasero! —Golpeó
y alejó la mano que había alcanzado a tocar su trasero, deseando, inútilmente,
que Kirishima aprendiera a dejar de hacer
eso cuandoquiera que le daba su maldita gana (no era como si él pretendiera
ofrecerle permiso, incluso si Kirishima lo pidiera de antemano).
—¿Así que, entonces, en cualquier otra parte es juego
justo?
—Tú
sabes endemoniadamente bien que ese
no es el problema. Y, ¡no agarres mis caderas! ¡Estás demasiado cerca, maldita
sea, DEMASIADO CERCA! —Él cogió la cabeza e Kirishima y trató de alejarla, casi
perdiendo su balance, ante la incómoda posición en que se encontró a sí mismo
cuando intentó crear espacio entre sus torsos, mientras que Kirishima mantuvo
sus manos firmes alrededor de sus caderas.
Repentinamente, él recordó que ellos no
se habían molestado en cerrar la puerta de nuevo, luego de que Hiyori se había
ido—dejando la muy real posibilidad de que los niños pudieran no
esperar por una respuesta y solo abrir de pronto la puerta—.
—¿Por qué razón te estás sonrojando(Nota:aquí podía traducirse como “calentando”)
y preocupándote? Hemos hecho cosas peores
que esto antes.
Ante
las murmuradas palabras de Kirishima, pensamientos decididamente inapropiados a
mitad del día inundaron su mente. — ¡Cállate!
Pero
Kirishima continuó su ataque sobre el frustrado Yokozawa sin parar. —¿Qué pensaste, justo ahora? Vamos, suéltalo.
—¡………! —No había manera de que, posiblemente, pudiera
decirlo, y congeló su voz en su garganta. Él sabía muy bien que el hecho de que
se hubiera frustrado tan fácilmente era la verdadera razón por la que Kirishima
era capaz de molestarlo de esta manera, pero él simplemente no se las podía
arreglar para mantenerse indiferente en tales situaciones. No era tanta la
diferencia en edad entre ellos como la diferencia en personalidad.
—¿Qué tal si adivino?
—¡Cállate!
—Ya
veo. ¿Entonces preferirías que solo lo actúe?
—¡Deja de pronunciar respuestas como quieres(Nota: o “cómo se te dé en gana”)!
—Dado cuán enojado te
estás poniendo… Voy a adivinar que lo
recordaste era algo bastante embarazoso…
—¡N-no era! —Él
despreció la manera en que Kirishima estaba mirándolo lascivamente, pero no
importaba cómo mirara la situación, estaba en una clara desventaja justo ahora.
—Así
que... Entonces, ¿qué te gustaría que hiciera…? —Kirishima trazó la línea de su
garganta con un dedo, levantando su barbilla. La piel de Yokozawa se sacudió
con pequeños escalofríos, e instantáneamente cerró sus ojos…
Pero
justo cuando él finalmente se había preparado a sí mismo y tragado saliva
torpemente, sintió un peso asentado sobre un hombro, y, lentamente, abrió sus
ojos cuando una sensación de temblores le siguió al instante…solo para
encontrar a Kirishima con la frente asentada en la línea de su cuello, con los
hombros sacudiéndose al reírse.
—Santo Cielo, nunca
te vas a acostumbrar a esto, ¿cierto?
—¡No te burles
de mí! —Yokozawa resopló irritado cuando se volvió aparente que Kirishima no
iba a ser capaz de detener sus carcajadas pronto. Apretó su puño, preguntándose
cómo iba a manejar esto, cuando el intercomunicador sonó en el momento
perfecto. Las animadas voces de los niños que los saludaron sobre el
dispositivo no podían pertenecer a nadie más que los “truco o trato” de
Hallowen. —Oi… tienes invitados. ¡No los dejes esperando! —Era desafortunado
que hubiera perdido su oportunidad de venganza, pero al menos ahora podría
finalmente escurrirse del abrazo de Kirishima.
—Ugh, y justo cuando se estaba poniendo bueno… Supongo
que no tengo elección, tendremos que reprogramar. Me conformaré con esto por ahora~. —¡¡…!! Él solo se dio cuenta de
que había sido besado cuando sintió algo frotándose contra su mejilla, y
Kirishima se retiró con un guiño mientras, precipitadamente, rozaba su
sonrojada mejilla con la palma de su mano.
—Esperaría ansiosamente
por lo que te he conseguido en la tienda para después si fuera tú.
—¡Cómo si fuera a hacerlo! Justo ahora,
vete, ¡geez! —Exclamó, con el rostro muy
sonrojado, cuando Kirishima solo se burló de él.
Muchas gracias por este nuevo aportes :D
ResponderEliminarMe pondré a leerlo ahora mismo ♥