K- SIDE: Black & White Capitulo 1 Part F
Tipo: Novela
Titulo: K – SIDE: Black & White
Series: K
Author/Circle: Miyazawa Tatsuki, Suzuki Shingo
Rating: PG
Traduccion: Hitomi Yagami
Admin:
Mientras tanto Hitomi-chan nos da una sorpresa ... empezamos el mes de Febrero con una bella actualizacion de la novela de K ... esperen poco que ya solo falta una parte y se termina el capitulo 1.
Mientras tanto la historia se pone cada vez más interesante
Nos vemos!!
URGENTE!!
Necesitamos Raw providers y traductores de Chino-español o Japones-Español
Interesados mandar un inbox a :Yaoi no Utsukushi Sekai
Admin:
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*Capítulo 1:
Atados Juntos (continuará VI)
Después
de la escuela, los hermanos invitaron a Kuroh a ir con ellos a pescar río
abajo, pero Kuroh declinó, dirigiéndose a casa. Les advirtió severamente acerca
de ser cuidadosos antes de regresar a su hogar, sólo para encontrarse con que
Ichigen había partido, con una carta
dejada en su lugar en la pequeña mesa en la sala de estar.
Estaré fuera por dos
días. Lo siento, pero tendrás que encargarte de tus comidas durante este
tiempo. Estoy seguro de que no tengo que recordarte a tu edad, pero ten cuidado
cuando usas fuego y usa manoplas.
Ichigen
había desaparecido ocasionalmente sin dejar ni una nota detrás en el pasado. La
mayoría de las veces ni siquiera explicaba su razonamiento, dejando a Kuroh
asumir que se había ido por algún motivo relacionado con las cuestiones de los
Reyes. Él nunca había hurgado demasiado hondo en la busca del por qué, pero
siempre le había dejado a Kuroh deseando poder crecer más rápido, en orden de
ser capaz de asistir a Ichigen en esos viajes.
-Ya
veo... -estaba algo desilusionado. Sentía que esta vez podría pronunciar sus
preguntas con mejor atino ahora, gracias a la ayuda del trío daifuku. Se le
había asegurado que era el mejor preparado para estar a la par de la genialidad
de Miwa Ichigen, y esas palabras le infundieron dándole una gran confianza.
-Supongo que no tenía que apresurarme a llegar a casa, después de todo...
Estaba
barajando la idea de dirigirse hacia donde los hermanos estaban incursionando
para pescar, un dilema algo infantil, cuando oyó una voz proveniente del jardín
-Kuroh-chan
¿estás aquí?
Se
apresuró a ponerse de pie y acercarse a la puerta de vidrio, tirándo de ella
para que abriera a tiempo para ver una mujer anciana de rostro gentil entrando
por la puerta de la cocina.
-Ah,
Watanabe-san. Por favor, pase dentro.
Ella
asintió; era la vecina de al lado. Ella había perdido a su esposo dos años
antes y ahora estaba pasando el resto de sus días descansando con su segundo
hijo y la esposa de este. Era una mujer muy inteligente y amable, y desde el
momento en que Kuroh fue adoptado bajo el cuidado de Ichigen, le había tomado
mucho cariño, ayudando a cuidar de él. "No se puede esperar de un hombre solo que posiblemente pueda cuidar
apropiadamente de un niño, además en realidad estoy disfrutando de ayudar con
Kuroh-chan". A veces le preparaba dulces a Kuroh e incluso le tejía
bufandas. Para Kuroh, ella era una salvadora incomparable.
Dada
la personalidad de Kuroh, él a veces se quedaba estancado en un tono de
sobre-exagerado respeto con sus mayores, considerando que les debía más que el
respeto que merecían, y aquí también le habló reverencialmente a la anciana
mujer, como si fuera algún personaje de épocas de antaño.
-Mis
más sinceras disculpas por haber hecho que viajara tanto como para llegar a
nuestra humilde morada, pero me temo que Miwa-sensei no se encuentra disponible
en este momento.
-Oh,
sí, lo sé. Me dedicó algunas palabras antes de marcharse, pidiéndome que
cuidara de tí. Así que he traído la cena ¿Te gustaría servirte un poco?
-¡Oh,
lo siento! ¡No me había percatado! -una sonrisa amplia se apresuró por su
rostro -¡Muchísimas gracias, Watanabe-san! Siempre estoy en deuda con usted
-esas maneras al hablar y el vocabulario que usaban era algo inesperable
proveniente de la boca de un estudiante de escuela secundaria.
-Tú
siempre serás un joven de maneras tan apropiadas, Kuroh-chan -Sus palabras
sostuvieron el más pequeño de los dejos de ironía, pero llegó a la mente de
Kuroh, y él simplemente se ruborizó ante el halago, quizás el último vestigio
reminiscente de ser aún un niño.
Él
tomó el recipiente de plástico envuelto de la anciana y dejó escapar un grito
de gozo.
-¡¡Ah!!
¡Usted preparó un omelet dashimaki!
-su voz teñida con puro jubilo -¡Muchas gracias! ¡Amo sus omelets,
Watanabe-san!
-¿En
verdad? -sus ojos se iluminaron con una sonrisa -Me alegra oírlo.
-¡Sí,
señora! Tiene un sabor intenso ¡Y al mismo tiempo refrescante y sencillo!
¡Espero algún día poder hacer omelets dashimaki
como los suyos!
-Kuroh-chan...
-Watanabe-san dijo luego de un momento pensativa
-¿Sí?
-¿Quieres
que te enseñe a hacer este omelet?
Kuroh
se congeló ante el ofrecimiento, ingeniándoselas para dejar salir después de un
instante.
-¿Qué?
-¿Qué
ocurre? -preguntó sin entender la reacción
-Oh,
sí, es sólo que ... - él se revolvió pensando-... lo lamento -se disculpó,
bajando la cabeza en señal de penitencia -Estoy en verdad honrado, realmente,
pero... verá, es que...
-No,
no, no estoy intentado forzarte ni nada de eso, pero.. -lo interrumpió algo
perpleja -¿por qué no?
-Ah
sí, señora, verá... -él se enredo para explicarse. Se odiaría si se viera como
si fuera algún bárbaro que crudamente rechazaba su gentileza sin ningún motivo.
-Bueno, estoy aprendiendo un montón de cosas de Ichigen-sama en este momento
¿sabe?
-Por
supuesto, que lo haces -sonrió -Trabajas duro todos los días.
-Muchas
gracias. -dijo Kuroh ruborizándose -Pero soy excepcionalmente torpe, y
simplemente... tengo que tomarme las cosas muy lentamente y creo que quizás no
sea bueno aprender demasiadas cosas de varias personas a la vez.
Watanabe-san
ladeó la cabeza hacia un lado lentamente -Y ¿por qué sería eso?
-Siento
que si lo hiciera, mis esfuerzos se volverían a medias, incompletos como si no
estuvoera completamente concentrado. Así que pienso que primero debería
terminar de aprender de Ichigen-sama primero , ya sea cocinar o cualquier otra
cosa, y luego después de haber alcanzado la perfección bajo su tutela,
continuar recibiendo lecciones de otros.
-Realmente
eres un joven muy serio ¿verdad? -dijo la mujer abriendo los ojos un poco, y
respondiendo con cierto cuestionamiento.
-Lo
lamento...
-No
lo hagas. No hay necesidad de inquietarse por ello. Entiendo tu modo de pensar
bastante bien -Luego agregó riendo -pero por Dios, maestro y pupilo son
ciertamente de distinta madera. Miwa-san orgullosamente había aceptado en su
momento mi oferta para aprender sin protestar.
-...-Kuroh
se permitió un momento para pensar en ello antes de responder -¿Se refiere... a
lecciones para aprender a hacer dashimaki
omelet...?
-Ah,
no -respondió fácilmente -Me refiero a lecciones de cocina en general.
-¿Cómo?
-Kuroh se paralizó -¿Cocina en general?
-¿Cómo?
¿Nunca te lo comentó? -la mujer parecía sorprendisd por su propio shock
-¡Miwa-san no podía hacer nada para
cuando se mudó aquí! Pero había poco que él pudiera hacer para remediar eso,
así que le enseñé un poco de todo
Mientras
que un poco fluía el asombro casi exagerado, esto era algo digno para que el cielo
cayera sobre la cabeza de Kuroh-chan. "¿Ichigen-sama?
Ese genio... se convirtió en la persona habilidosa que es ahora recientemente?"
-Aunque,
por supuesto, siendo quien es, no le tomó mucho tiempo sobrepasarme- sus ojos
se entrecerraron con nostálgica alegría- Pero al principio, había intentado ahogar los vegetales en
aceite intentando hacer un revoltijo frito, o tirar el caldo del dashi pensando
que era parte de las basura inflamable ¡No creerías la cantidad de veces que
tuve que intervenir!
-¡Eso
es...! -Kuroh dejó escapar un gruñido. Pero tras pensarlo un momento, concluyó
que tal vez no era tan extraño. Después de todo, Ichigen, originalmente, era el
heredero de un gran costoso dojo y un acomodado hombre de negocios. Él
fácilmente pudo no haber tenido el tiempo de aprender el arte culinario en la
primera mitad de su vida. "Pero
pensar que él lo había aprendido todo al llegar aquí..."
Siempre
parecía disfrutar tanto de la cocina, y aún así tan sólo algunos años antes él
no tenía la menor idea de cómo saltear apropiadamente los vegetales...
Así
que... había cosas que Ichigen tampoco podía hacer, huh... era una sensación
extraña, algo así como un impresión muy fuerte, pero al mismo tiempo, una
revelación que lo llenaba con una refrescante pasión.
-Ya
veo... entonces, Ichigen-sama aprendió sus habilidades de alguien más...
-Naturalmente
-la mujer anciana rió de costado -Miwa-san no nació del modo en que tú lo
conoces ahora, ya sabes. Él era un manojo algo chiquilín que salía del vientre
de su madre, y era tan niño como tú hasta cierto punto también.
-Siendo
así, puede ser que...
-Y
recibió todo su conocimiento de la mano de grandes maestros y creció bajo la
censura y el apremio de los adultos a su alrededor ¿No crees que natural que
fuera así?
"Así que él es
como yo..." Kuroh reflexionó en silencio
-Además,
estoy segura de que esto te lo ha mencionado, él aprendió sus habilidades con
la espada de su abuelo ¿Lo sabes?
-Sí,
lo sabía -asintió profundamente. Él sabía al menos hasta ese punto al menos por
un tiempo. Y aún así... nunca lo había considerado realmente de ese modo.
La
mirada de Watanabe-san se suavizó.
-Kuroh-chan,
ese es el modo en que la gente se atan los unos con los otros[1].
El abuelo de Miwa-san le enseñó a usar una espada, y ahora, él te lo está
enseñando a tí.
-....
-Y
ahora, no es simplemente Miwa-san quien vive contigo, sino también los
pensamientos y sentimientos de su abuelo, también estarían alcanzándote por el
mismo fluir de las cosas.
-¿...
conmigo?
-Exactamente.
Así que, aunque elijas ser instruido en la cocina por Miwa-san solamente, mis
lecciones a través de él estarían llegándote automáticamente también -dijo, y
luego agregó como para molestarlo un poco -lo cual te convertiría, supongo, en mi estudiante, también.
-Ya...
veo... -tomó un respiró hondo -Entonces sería su...
-Y
sólo para que lo sepas: eso me haría muy
feliz. Algún día me iré, pero a través de mis habilidades culinarias, aún
estaré conectada a un jovenzuelo como tú. Y luego, quizás algún día, pasarás
tus habilidades a alguien aún más joven, ya fuere con la cocina o la espada, o
lo que elijas. Este modo de unir los pensamientos y los sentimientos de una
generación a la otra, y así continuamente, en una confianza sin límites... -se
detuvo, agregando lentamente -... tal vez, esto es a lo que nos referimos al
usar la palabra "lazo".
-...
-los ojos de Kuroh brillaron y alzó su cabeza, abriendo su boca para decir
-Watanabe-san, yo...
-¿Esrá
Miwa-sensei aquí? -la expresión de Kuroh cambió en la medida en que un hombre
se apresuró desde el jardín: era el hijo con el que la señora Watanabe vivía.
-¿Cuál
es el problema? Miwa-san se encuentra fuera en este momento - dijo frunciendo
el ceño en irritación ante el frenesí, pero el hombre pareció no notar la
censura maternal.
-Diablos,
en un momento como este... Oh, Dios, esto es malo...
Se
cubrió el rostro, con la cabeza inclinada hacia el cielo, y su madre lo rodeó,
profundamente confundida.
-Sólo
dinos ¿ Qué es lo que está
ocurriendo?
En
este punto el hombre depositó la mirada llena de preocupación por un instante
en Kuroh, antes de relatarle rápidamente el estado del asunto a su madre.
-Es
el daifuku... quiero decir, el hijo menor de la familia Yamamoto ¡Está
desaparecido!
Tanto
el rostro de Kuroh como el de Watanabe-san empalidecieron.
-----------------------------------------------------------
De
acuerdo a lo narrado por Seita y Kouta, mientras el trío estaban fuera
pescando, un venado de un puro blanco apareció ante ellos, e intentaron
atraparlo sin pensarlo demasiado. Mientras se estaban acostumbrando a la vida
en la aldea, nada podía quitarles el hecho de que había crecido originalmente
en una gran ciudad y considerando la rareza que representaba la criatura,
simplemente como un descubrimiento, ignoraron las advertencias de no ir hacia
las montañas por su cuenta se dirigieron
a esa dirección.
Ambos
Seita y Kouta estaban completamente conscientes de que estaban rompiendo con
las reglas que habían estado perforadas en sus cabezas por sus mayores, sin
embargo, tras perder de vista al venado, regresaron a la posición de origen. En
relación a distancia, probablemente no habían transcurrido más de 100 metros
desde las vías del tren. Pero antes de regresar a la playa fue cuando se dieron
cuenta que el más pequeño, Heita, había desaparecido en algún punto.
Oyendo
la historia relatado pos-facto, el estómago de Kuroh se contrajo de dolor.
Ambos hermanos perdiendo de vista al menos... debieron de haber sentido una
gran cantidad de miedo. Aparentemente, habían luchado contra sus opciones
¿regresar a las montañas inmediatamente e intentar encontrar a Heita, o correr
en busca de ayuda?
Haber
elegido la segunda opción era algo por lo que, desde un punto de vista
objetivo, debían de ser aplaudidos, sabiendo muy bien que serían castigados por
lo que habían hecho, se armaron de valor para acercarse a la casa más cercana
que pudieron encontrar. Fue una acción tomada tras mucha consideración en orden
de evitar que los hermanos restantes terminasen varados también. Y resultó ser
la decisión acertada, ya que en cuestión de nada de tiempo, las noticias acerca
de qué era lo que había ocurrido habían llegado a la aldea.
Para
el momento en que Kuroh alcanzó el hogar de los chicos, Seita y Kouta estaba
aferrados a su madre, chillando. Ella los estrujó más cerca, mientras su padre,
con una expresión severa, daba instrucciones al grupo de búsqueda-y-rescate
para optimizar los esfuerzos para traer al muchacho de la aldea por el que se
habían reunido.
El
sol ya estaba cayendo.
Armados
con linternas y antorchas de pino, ellos eligieron al miembro más conocedor de
las montañas para que liderara al grupo y establciera los grupos de cuatro en
cuatro. Todos los grupos fueron provistos con dispositivos con GPS e instruidos
en cómo mantenerse en contacto continuamente con la casa Yamamoto, designada
como el punto base.
Algunos
de los grupos usaron perros de rastreo para sumar refuerzos, y los grupos
fueron distribuidos aleatoriamente alrededor de la montaña. De tiempo en
tiempo, uno podía distinguir el sonido de alguien llamando a Heita por su
nombre en voz bien alta.
Las
mujeres se dividieron para recorrer la aldea, sólo en el caso de que Heita
hubiese logrado volver. Dada su edad, siempre cabía la posibilidad de que
estuviera simplemente escondiéndose en algún lugar cercano. Akagi-sensei
también podía se vista caminando de un lado hacia el otro, en busca de su
estudiante con la preocupación marcada en sus rasgos. Algunas otras estaban
preparando alimentos cálidos para los ho,bres que se adentrarían en la
oscuridad de las montañas, y otras intentaban reconfortar a la madre de los
niños.
Watanabe-san
le aseguraba "Él estará bien ¡Los niños tienden a aparecer de repente tras
haber buscado! Cosas como estas pasan cada pocos años... pero el invierno ya
pasó, así que estoy segura de que estará bien.
Para
este punto... Kuroh ya había tomado su decisión: él también partiría a
encontrar a Heita por su cuenta.
Era
un niño, preparándose para dirigirse hacia las peligrosas montañas por sí solo,
una vez bien entrada la noche, una acción que bajo estas circunstancias, sería
considerada imperdonable. Sin embargo, Kuroh... tenía una extraña certeza que
lo impulsaba. Él sabía... que sería
capaz de salvar a Heita.
"Si yo voy,
entonces, estoy seguro que...."
Si
cualquiera de los otros miembros de los equipos de búsqueda se enteraba de
esto, sabía que sería candidato para ser sermoneado, y estaba bien advertido
acerca del riesgo que estaba tomando. Por este motivo consultó a su código
moral interno "Qué haría
Ichigen-sama...?”
Si
Miwa Ichigen estuviera aquí, no habría necesidad para Kuroh de irse de ningún
modo. Probablemente se hubiera encontrado a sí mismo esperando pacientemente en
la casa con los otros niños.
Pero
en ese momento, su reverenciado maestro no estaba en ningún lugar en las
cercanías.
"Entonces..."
se marchó hacia las montañas. "Me
iré. Tengo que irme ¡Tengo que salvar a Heita!"
Heita,
quien había tomado la mano de Kuroh con firmeza diciendo
"¡Kuro-chan!"
Heita,
quien admiraba a Kuroh desde lo profundo de su corazón.
Heita,
quien era adorado por todos los habitantes del pueblo.
Heita,
quien le había asegurado que eran amigos.
"Entonces..."
El
Miwa Ichigen dentro de su mente le ofreció una sonrisa torcida y asintió: "Vamos yendo, Kuroh".
Esto
no era incorrecto, era peligroso, de seguro, pero no incorrecto. Heita estaba
en problemas, en este mismo instante, y un pujante presentimiento se
asentaba sobre Kuroh, asustándolo hasta el centro de su ser.
"¡Vamos!
¡Apresúrate! ¡Corre!"
Yatogami
Kuroh era como un lobo solitario, adentrándose en la noche. Confiando en la
poca luz de luna que había, él se precipitó a través de los árboles, saltando
sobre las rocas en la medida en que aceleraba la velocidad.
"¡Sólo aguanta
un poco más, Heita!"
CONTINUARÁ
VII
[1] N.T.: es un juego
con el título del capítulo "Atados juntos", en inglés es "bond toghether" que significaría
"atados", "unidos", "enlazados" juntos o entre
sí. Básicamente, Watanabe-san, con esa frase, acaba de explicar el motivo por
el cual el título del capítulo es ese: porque habla del enlace entre
Ichigen-sensei y Kuroh-chan más allá de ser "Rey y súbdito" que es la
relación que se ve en K el animé, o el modo en que los otros reyes lo ven a
Kuroh, casi despectivamente, como "el perro negro"
(/^_^)/ nuevo parte del capi 1 afsdafs que alegría ♥
ResponderEliminarMil gracias por este nuevo aporte, sin duda esta es una maravillosa manera de empezar el mes ♥