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7/01/2013

Actualizacion Sorpresa :Yokozawa Takafumi no Baai 4


Bueno Hello Minna!!
Les traigo una pequeña actualizacion sorpresa :3
Esta es nuestra version del Volumen 4, estamos muy contentas por poder traerlo ante ustedes.
Psdta: Se que hay muchas versiones, sientanse a gusto y comenten :3




Tipo: Novela
Titulo: Yokozawa Takafumi no Baai 4
Series: 
Sekai-ichi Hatsukoi
Author/Circle: Nakamura Shungiku, Fujisaki Miyako
Rating: PG
Language: Spanish
Traduccion: NECROMOON
FANSUB: Yaoi no Utsukushi Sekai


Nota personal:
Kyaaa Necromoon Thanks a lot por esta traduccion y disculpame los inconvenientees que te di Gomene.

Bueno aki una pequeña actualizacion Sorpresa.



Capítulo 6
Alcanzando detrás de sí mismo para bloquear la cerradura, Yokozawa Takafumi deslizó fuera sus mocasines usando sus talones. “Estoy en casa”, llamó  al vacío apartamento mientras buscaba con sus manos el interruptor de la luz, una vista  a la que se había acostumbrado últimamente. Mientras que él había previamente encontrado esto más bien, estado solitario de negocios, estos días tenía un marco dado por Hiyori para hacerle compañía—un collage de fotografías que ella había tomado durante su viaje de verano con unas cuantas de Sorata también.
         Solo una mirada al marco, decorado con diamantes de imitación y bellas calcomanías, llenaba a Yokozawa con afecto, y aunque era admisiblemente un poco vergonzoso tener fotos incluyéndolo a él mismo colocadas alrededor de su cuarto, aún dejaba todo el espacio sintiéndose un poco más radiante.
         Era extraño, pensó, cómo Sorata parecía adoptar tal expresión tan solemne cuando posaba para fotografías para Hiyori; él siempre había parecido tan hastiado alrededor de Yokozawa. Sonriéndose a sí mismo mientras recordaba, tiró su corbata floja de su cuello y revolvió su bolsa con la mano libre, con la intención de hacerse cargo de las preparaciones para el siguiente día antes de disponerse para un baño. Cuando miró dentro de su bolsa, reflexivo, se congeló, estupefacto.
         “Lo… olvidé.”
         Había querido recuperar su celular para dejarlo cargar durante la noche—solo para encontrar que no estaba donde usualmente lo guardaba. Él había regresado a casa, a su apartamento, después de cenar en la casa de Kirishima— así que debía haberlo dejado ahí. Mientras él probablemente nunca habría dado una segunda pensada a su ausencia, al momento que se dio cuenta que lo había dejado en algún lugar, se sintió vencido con una extraña sensación de ansiedad.
         Si lo hubiera notado más pronto, podría haber regresado a recuperarlo mientras caminaba a casa—pero simplemente no había tiempo para hacer eso ahora. Aceptado, él difícilmente recibía alguna llamada o mensaje a mitad de la noche en fin de semana, y cualquier contacto de emergencia de su familia vendría a través de su teléfono fijo—él podría seguramente seguir una noche sin su celular sin que el mundo cayera a pedazos. Así que mientras que probablemente volvería a morderlo de alguna forma u otra, tener a Kirishima llevándole el teléfono a su oficina a la mañana siguiente era obviamente la ruta más lógica a tomar.
Tomando su agenda en mano, hojeó para encontrar el número telefónico de la casa de Kirishima y llamó usando su teléfono fijo; advirtiéndose a sí mismo de que en el futuro, probablemente era una buena idea tener su número de celular y dirección de correo electrónico anotada en alguna parte para circunstancias inesperadas como ésta.
“¡Sí, Residencia Kirishima!”
         “Ah—¿Hiyo? Soy yo, Yokozawa.” Hiyori había sido la primera en responder el teléfono. Casi olvidando anunciarse a sí mismo, tan acostumbrado a llamar vía celular como estaba, él frenéticamente le reaseguró quien era.
         “¿Oniichan? ¿Qué pasa? ¡Nunca llamas del teléfono de casa!” No podía culparla por estar confundida; Hacía solo unos momentos atrás que le había dicho buenas noches y se había ido.
         “Perdón—creó que dejé mi celular en tu casa. No lo ves alrededor, ¿no?”
         “Mmm, no está sobre la mesa… ¡Iré a buscarlo! Aquí está papá mientras tanto! Hey, papá—¡Onnichan está en el teléfono de casa!”
         “¿El teléfono de casa?”
         “Sí, olvidó su celular, dice. ¡Aquí tienes!”
         Kirishima tomó el teléfono de su hija después de un rato de ida y vuelta. “Así que, ¿olvidaste tu celular? Muy poco conveniente para ti.”
         “Sí, sí; atácalo. Pensé que lo tenía en mi bolsa.” Se detuvo para repasa la cadena de eventos en su mente. Él había puesto el aparato en su bolsa—pero entonces había escuchado el sonido anunciando un nuevo mensaje y lo había sacado de nuevo.
         “Bueno, no lo veo. ¿Dónde lo dejaste?”
         “Estoy muy seguro de que debe estar sobre el sofá. No está bajo los cojines o algo, ¿no?” Recordaba al menos que checó sus mensajes en la sala de Kirishima. Cuando había enviado una respuesta al mensaje, Kirishima se quejó con él de que no trabajara en horas libres, agregando en un tono áspero de sermón: “Es porque vas y respondes que ellos te envían mierda como esa a todas horas de la noche.” Y entretanto Yokozawa aceptó que él tenía un punto, su mente estaba llena con pensamientos de trabajo 24-7. Él entendió que probablemente sería más eficiente tener un interruptor encendido-apagado como Kirishima, pero si realmente fuera tan fácil “apagarse” así, lo habría hecho hace mucho tiempo.
         Su intercambió entonces había forzado pensamientos de su celular desde su mente, y probablemente lo había dejado en alguna parte y por completo olvidado.
         “No está bajo los cojines— y no está enterrado en ninguna de las grietas tampoco. Hiyo ¿Te importaría llamar al celular de Yokozawa por mí?”
         “¿Solo quieres que marque su número?” Un momento después de que preguntó esto, Yokozawa captó el sonido de su propio tono haciendo eco al auricular. Como había sospechado, estaba en alguna parte del apartamento de Kirishima.
         “Hiyo, ¿puedes decirme de dónde viene?”
         “Está viniendo del sofá… Puedo escucharlo por aquí. ¿Qué hay de ti, papá?”
         “Ah¡Lo encontré! ¿Por qué demonios estaba Sorata sobre él…? Él podía escuchar a Kirishima ofreciendo una disculpa teñida con risas por el teléfono, probablemente para calmar a Sorata, quien había justo tenido su siesta perturbada.
         “Gracias.”
         “Lo llevaré al piso de ventas a primera hora de la mañana. Probablemente estarás ahí antes que yo, después de todo, ¿verdad?”
         “Solo llámame cuando llegues ahí, iré y lo conseguiré por mí mismo.” Era suficientemente malo haber tenido que pedirle traer algo que olvido; pero hacerlo traerlo todo el camino hasta Yokozawa en persona, era demasiado.
         “¿Por qué desperdiciar tiempo llamando a tu extensión? Sería más rápido para mí solo ir ahí cuando llegué.”
         “No es como si hubiera una gran diferencia en esfuerzo de todas formas.”
         “¿Oh? O quéquizás no me quieres mostrando mi rostro en tu piso¿Es eso?”
         “Eso no es lo que…” Por mucho que intentara negarlo vocalmente, pensó… el hombre estaba tipo en lo correcto. Casi todos en la compañía ahora sabían de su relación en secreto— y Yokozawa no tenía intención de hacerlo del conocimiento público pronto. Además, estaba el hecho de que Yokozawa tenía compañeros de trabajo que parecían de poca memoria y despreocupados a primera vista, pero que podían ser sorprendentemente intensos en ocasiones; él no podría negar que había preferido que no los vieran a los dos interactuando. "Solo—¿te importaría al menos checar si tengo algún mensaje nuevo?”
         “Vamos, alguien está siendo descuidadopreguntando a otra persona por ese tipo de cosas. Nunca sabes si podría solo abrir un mensaje al azar que atrape mi interés.”
         “No es como que tenga ningún mensaje que te de una mierda al verlo.” La mayoría de las configuraciones en el celular eran aún en su estado predeterminado; difícilmente había usado la cámara, y no tenía ringtones o tal cosa tampoco. De todo lo que se ocupaba era de ser capaz de hacer llamadas y mandar mensajes. Todas las imágenes en la carpeta de fotos habían sido enviadas por Hiyori, incluso.
         “…Ugh, que aburrido fondo de pantalla. ¿Quieres que lo cambie por una foto de mi maravilloso ser?” Prácticamente él podía escuchar la sonrisa maliciosa en la voz de Kirishima, y entendía completamente bien que el tipo estaba solo sugiriendo eso para sacarlo de quicio, él optó por no ser arrastrado tan fácilmente esta noche.
         “Haz lo que quieras. Solo lo cambiaré de vuelta luego.”
         “Sabes, has estado siendo menos cariñosamente encantador de lo usual últimamente.”
         “Bien por mí.” Intentando encontrar algo remotamente “lindo” o “entrañable” sobre Yokozawa en primer lugar era demente, en su opinión, y Kirishima era probablemente la única persona en el mundo lo suficientemente benévola para considerarlo como tal. En verdad sería un peso quitado de encima de los hombros de Yokozawa si el hombre se diera cuenta cuán “peculiar” sus gustos huyeron.
         “Aww, no seas así. Aunque tengo que admitir, tu naturaleza terca esen y por sí mismaencantadora en su propia manera,”
         “No estoy siendo terco—¡Te estoy diciendo exactamente lo que siento!” Él combatió el impulso de mecer su cabeza en sus manos ante la inesperada respuesta de Kirishima. Era en ocasiones como esta en que se preguntaba justo dónde había ido mal en la vida para llegar donde estaba—pero entonces algo siempre pasaría que lo conmovería profundamente, y había recordado que había siempre pros y contras al caer tan fuerte por alguien.
         “Vamos, no te enojes. Solo estaba molestándote un poco.”
         “Tú…” El rostro de Yokozawa se crispó ante la desvergonzada excusa, mendigando la pregunta de ¿cómo fue eso solo ‘un poco’?
         Quizás sintiendo que estaba en peligro de seriamente tentar la ira de Yokozawa, Kirishima cambió el tema con energía, “Oh ciertoEstaba supuestamente revisando tu teléfono… No veo ningún mensaje nuevo o llamadas. Ademásno puedo imaginar que alguien pudiera estarte mensajeando a esta hora.”
         “Sí recibo pedidos de emergencia para confirmación algunas veces.”
         “Haz esa mierda al día siguiente, entonces. Te las has arreglado para perder tu teléfono por una nochetoma un descanso del trabajo, ¿Por qué no?”
         “¡No es como si pudiera evitarlo! Es solo —¡cómo soy!” Su tipo de personalidad era menos ‘sensible’ y más justo completamente-fuera ‘temperamental’, y como eran las cosas, preferiría estar en una posición de usar su tiempo privado para ocuparse de los asuntos tan pronto como se volvieran un problema que pararse ahí luego diciendo Si solo hubiera hecho esto…; era justo mejor esta manera para mantener la cordura alrededor.
         “Bueno solointenta bajar el tono de ‘trabajador obsesivo’ a un lado un poco, ¿está bien? Te meterás por ti mismo dentro de una tumba temprana presionándote así todo el tiempo.”
         Siendo el trasero de diversión de Kirishima todo el tiempo hacían estos extraños momentos donde expresaba preocupación genuina lo más incómodo, y Yokozawa cubría su vergüenza con un brusco final del tema de conversación: “No seas dramático; solo—¿tráeme el teléfono mañana?”
         “Sí, sí. Está bien.”
         “Entonces… Buenas noches.”
         “Buenas noches; te veo mañana.” Era ligeramente extraño—y un poco incómodo para comenzar—tratando tales benignas sutilezas por el teléfono, y con una punzada de remordimiento, Yokozawa suavemente repuso el auricular en su lugar.
         “¿Está Yokozawa aquí? Era alrededor de la 9 AM cuando Kirishima apareció en el piso de ventas.
         “¿Qué pasa, Kirishima-san?¿Hay...algún problema?” Las horas de oficina en el piso de ventas estaban establecidas, así que la mayoría de los miembros del personal ya estaban en sus escritorios—pero difícilmente cualquiera de esas horas flexibles de trabajo había llegado a la oficina aún. Kirishima era siempre uno de los primeros en llegar a la oficina, ansioso de poner un poco de trabajo en marcha, pero hoy había llegado particularmente temprano, dejando a Henmi en pánico asumiendo que algo malo había pasado otra vez.
         “Aquí por una entrega, como ordenó Yorozawa.”
         Ante la frase de Kirishima, los ojos de Henmi brillaron amplios. “!¿Él te ordenó?!”
         “… Kirishima-san, ¿no te importaría por favor no usar tan escandalosos giros de frase que podrían ser malinterpretados por los oyentes…? No te ordené, yo te lo pedí amablemente.” Yokozawa tenía que prohibirse el impulso de liberar su rabia verbalmente, entrelazando sus palabras con un aire cortés. ¿Estaba él para actuar en estas ansias?, él solo terminó pareciendo el más infantil en comparación de Kirishima para aquellos alrededor. Él sabía que adoptaba una más bien arrogante y orgullosa actitud cuando interactuaba con Kirishima en privado, pero una buena porción de las razones por ello podían ser apuntadas a las incesantes provocaciones de Kirishima.
         “Eh, ¿cuál es la diferencia? Aquí—tu celular. Intenta no olvidarlo de nuevo, ¿sí?”

         “Gra-gracias…” La forma en la que casualmente Kirishima pasó encima el teléfono arrojó a Yokozawa de su juego; él había estado completamente preparado para una buena ronda de molestias, pero Kirishima parecía retirarse fácilmente esta vez.
         “Bueno, hasta luego. Te contactaré sobre la exposición luego.” Y con una señal, se retiró.
         “Uf, ¡eso me dio una sacudida! Estaba temblando en mis zapatos aquí, ¡preocupado de que hubiéramos arruinado otra vez!” Henmi mostró un suspiro de alivio, aparentemente habiendo estado ansioso de que hubiera cometido algún error monumental sin notarlo.
         “¿Tú estás intentando decirme que lo arruinas a menudo?”
         “Por supuesto que no! Pero no puedo decir al 100% que no me he equivocado en algún punto sin saberlo… como antes, ¿sabes? Ante eso, Yokozawa recordó cómo el personal de ventas entero había terminado teniendo que limpiar todo, después que un antiguo miembro—ahora transferido a una compañía afiliada—había absolutamente fallado un proyecto. Mientras que parte de la culpa había recaído en ellos por no encontrar este mal manejo antes, todos ellos habían estado abrumados todo el tiempo. A este punto, pensó, se las arreglaron para poner todo de vuelta a las operaciones estándar, pero al mismo tiempo, cada miembro del departamento de ventas se había preguntado en un pálido estupor.
         “Ten algo de confianza en tu trabajo. Estoy a tu respalo; no voy a dejar que nada como eso pase de nuevo.” Esto era, en una manera, una forma de autogestión; Yokozawa era solo humano, después de todo, y no podría decir 100% seguro que nunca lo arruinaría tampoco. Pero independientemente, ellos necesitaban tener un poco más de confianza en su trabajo. Más desastres imprevistos ocurrían como resultado de negligencia, y mientras él tenía dificultades separando su vida privada de la del trabajo, mantener un nivel constante de vigilancia solo podía disminuir la incidencia de tales errores descuidados.
         “Eso me recuerda, Yokozawa-san… ¿dónde olvidaste tu celular? No es muy de ri el solo olvidar las cosas.”
         “¿Qué te importa dónde lo olvide?” Solo calculo que el tipo se encerraría en algo molesto de nuevo, refunfuño para sí mismo, y cuando alejo sus ojos, Henmi demostró su agudo sentido de intuición.
         “¡Ah! Espera ¿fuiste a la casa de Kirishima-san de nuevo? Hombre, ¡Estoy celoso! ¡Desearía que me invitarás también algún día! Henmi parecía tener algo de admiración por Kirishima, comentando en extraños momentos sobre cómo quería ser como Kirishima cuando creciera. Mientras Yokozawa quería contraatacar esto con recordatorios de que él ya había “crecido”, no podría traerse a sí mismo para aplastar los sueños de Henmi sin razón del todo, en lugar de eso, lo dejaba balbucear hasta estar satisfecho.
         Después de todo, la única razón por la que Henmi admiraba a Kirishima era porque no conocía la verdadera naturaleza del hombre. Nunca desde que los dos habían crecido cercanos, Yokozawa se había encontrado a sí mismo sorprendido en varias ocasiones; Kirishima tenía un sorprendente lado infantil, con una molesta personalidad que le permitía encontrar verdadera felicidad en fastidiar a Yokozawa.
         “¿Entonces por qué no le dices tú mismo?”
         “¡Nunca podría ser tan desvergonzado! ¡Aún me pongo nervioso solo al pararme en frente de él!” Él tenía un buen punto; tanto tiempo como Kirishima tuviera su boca callada, el rebosaba su extraño aire de intimidación—lo que era quizás por qué lo hizo un punto de ser tan casual cuán posible en el trabajo.
         “Apesta para ti, entonces.”
         “¡¿EH?! —pero estás supuesto a decir cosas como, ‘bueno, solo déjamelo a mí’ en ocasiones como esta ¡¿No?!”
         “Demonios no. Ahora deja de balbucear y vuele al trabajo.” Los hombros de Henmi se hundieron ante el sonoro rechazo de Yokozawa, y volvió a su escritorio.
         Yokozawa estaba lleno de un renovado impulso de alejar a Kirishima de hurgar alrededor en el departamento de ventas a menos que fuera absolutamente necesario; lidiando con los golpes traseros de cualquier apariencia que él hubiera hecho era muy molesto.
         Volvió su concentración a la propuesta en que había estado trabajando, intentando construir alguna plataforma de lanzamiento para discutir antes de la reunión más delante. Tecleando en una bastante buena práctica, pensó, su mente se preguntaba sobre la actitud de Kirishima temprano. Él había sido más dócil de lo que usualmente era, incluso para estar en público.
         Espera—¿Qué tal si le había hecho algo al celular de Yokozawa? Recordando su conversación de la noche previa y cómo Kirishima había estado fascinado sobre el fondo de pantalla de su celular, deslizó su mano en su bolsillo, sacando el aparato fuera.
         Si había puesto alguna escandalosa imagen como en la imagen de la pantalla de inicio, sería muy malo si alguien más lo viera, así que solo por si acaso, echó un vistazo abriendo la pantalla bajo su escritorio, mirándola rápido—pero su preocupación había sido para nada, en la pantalla estaba la misma que siempre había estado… “…Supongo que solo estoy pensando demasiado las cosas.”
         No era como si el hombre fuera del tipo de enredar alrededor todo el tiempo; él era el extraño aquí, actuando como si tener trucos jugados sobre él por Kirishima fuera una cosa diaria.
         Recobrándose a sí mismo, volvió su concentración a la pantalla de la computadora y se puso a trabajar.


         CONTINUARÁ…

3 comentarios:

  1. kyaa genial chicas gracias estoy encantanda de la novela kiero masss

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  2. Oh dios me eh desactualizado unos meses (maldita escuela y falta de internet) alguien podría explicarme como debo leer....ya me perdi demasiado QAQ
    si pudieran hacerme un mapa desde el principio les estaría muy agradecida (voy a leer todo des el principio hasta que me respondan)
    gracias de antemano

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  3. hola antes q nada graciaspor la traduccion gran esfuerzo.
    pregunta el cap. 1 al 5 donde los encuentro

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